jueves, 29 de octubre de 2009

Los espejos venecianos


Joan Manuel Gisbert
Ed. Edelvives

(una lectura para primero de bachillerato)

SINOPSIS

El joven estudiante de letras Giovanni Conti llegó a Padua al atardecer de un domingo de marzo de 1792, tras un largo y penoso viaje desde Nápoles, su ciudad natal, para asistir a un curso de documentación histórica impartido por el profesor Giacomo Amadio, ilustre maestro de cronistas y literatos. Pero el motivo de su viaje se verá afectado por circunstancias que darán un giro inimaginable a su estancia en Padua y a su vida. Se aloja en una habitación desde la que se divisa un enigmático palacio: el palazzo Balzani… Dos grandes espejos venecianos eran lo único que quedaba en el palazzo tras el rapaz saqueo que había sufrido con los años de abandono…

UN FRAGMENTO

“De pronto recordó la carta inacabada. En especial cierto párrafo. Tenía la misma sensación inquietante descrita por el caballero.
Sus sentidos le decían que no había nadie más en la cámara de los espejos. Pero el instinto le hacía presentir que no estaba solo, que muy cerca había alguna presencia, alguien... algo.
También creyó notar una amenaza en el aire. Se volvió de improviso, escrutó cada rincón, cada sombra. No vio nada. Luego sintió que de aquella presencia invisible no emanaba amenaza, sino antigüedad, secreto, olvido, muertos ecos de la nada.
Sin darse cuenta, sus labios murmuraron con voz ahogada:
-Lo que sí que no es posible, ¿puede ocurrir aquí por obra de los espejos de Forlani?
Un hálito frío atravesó la cámara. La llama de la vela osciló hasta casi apagarse. No era una corriente de aire procedente del exterior. Fuera, la noche estaba totalmente calma.
Aquella exhalación helada no tenía un origen que él pudiera explicarse. Se estremeció.
En unos segundos, le vinieron a la memoria relatos de fantasmas y aparecidos que, lúgubremente contados por gentes que los daban por ciertos, había oído en su infancia.
El segundo hálito de aire frío fue mucho más intenso. Giovanni quiso proteger la vela con la mano. Solo consiguió retrasar unos momentos lo que era inevitable: la llama se dobló hasta ahogarse en su misma cera licuada.
La súbita oscuridad le hizo ver una vez más en los espejos venecianos algo que tenía vida propia. Pensó que aquello había roto el equilibrio mental de Beatrice Balzani. Tuvo miedo; más que nunca.
Pero la idea de escapar ni siquiera le vino. Se había olvidado de sí mismo. Estaba renunciando a la razón sin darse cuenta.”

EL AUTOR

Joan Manuel Gisbert Ponsole nació en el barrio de Gracia de Barcelona el 16 de Octubre de 1949. En 1979, publicó su primer libro: Escenarios fantásticos. Al año siguiente ganó el premio ‘Lazarillo’ por El misterio de la isla de Tökland, que fue nominada en 1982 para la lista de honor del premio ‘Andersen’, lo que le consagró como el representante español más genuino de la tendencia fantástica de la literatura infantil y juvenil, siendo comparado por la crítica con J. R. Tolkien y con C. S. Lewis. Posteriormente, el Ministerio de Cultura declaró libro de interés infantil a Leyendas del planeta Thámyris, y en 1985 recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por El museo de los sueños. (...) Es un autor original, que ha creado un género consistente en desarrollar una aventura que, partiendo de la experiencia cotidiana, se adentra en lo desconocido, a través de las intuiciones y los sueños. Llama la atención su cuidado lenguaje oral tanto como el escrito. (...) Sus escritos son brillantes, rozando en ocasiones el barroquismo, y con una gran fuerza y precisión conceptuales que no le restan amenidad.

(Fuente: "Una investigación educativa", en http://www.cervantesvirtual.com/)



Una recomendación de Pablo Callejon Calvo (1º Bach. C)