(por Carla Mena Manzano)
Chema Madoz |
Llueve a la orilla del río
Llueve
ante los ojos salvajes
Llueve
bajo el cielo adiamantado
Llueve
con gotas de cristal
Llueve
contra el lecho de hierba
Llueve
de manera singular
Llueve
desde aquel bosque escondido
Llueve
durante una noche fugaz
Llueve
en el campo de flores
Llueve
entre gotas de mar
Llueve
hacia el río salvaje
Llueve
hasta el alma del bosque
Llueve
mediante el tiempo de una leve palmada
Llueve
para a los olivos contentar
Llueve
por la razón más imprecisa
Llueve
según tardan en batir las alas una mariposa
Llueve
sin querer apenas
Llueve
sobre las miradas entristecidas
Llueve
tras el llanto de un niño al soñar
(*Anáfora:
repetición de una o más palabras al comienzo de distintos versos)