jueves, 23 de diciembre de 2010

"La triste armadura"

(Una prosa poética de Alba Valverde Frías, 1º Bach. C)


¿Cómo unas simples palabras, en un corto plazo de tiempo, pueden hacer tanto daño? Esta es la historia de la coraza vacía, por una vez que creía que conseguiría llenar esa coraza, por una vez... se quedó en medio del camino, sin saber por dónde tirar. Pero la coraza ya lo tiene claro, seguirá siendo esa armadura de metal, abollada por todos lados, pero capaz de recibir la más dura embestida. Tuvo que elegir, ella sabe que eligió el camino correcto, pero le duele en lo más profundo de su vacío. Quizás esa coraza vacía, quizás... no sea esa aparente armadura resistente, quizás haya algo. No podía creer lo que estaba oyendo, ella ya no estaba allí. Se marchó, y bajo la lluvia comenzó a oxidarse. El agua le recorría la cara, se metía entre las tuercas de esa débil armadura, lo cuál acentuaba su dolor. Se dio cuenta de que sentía, no era el metal sin corazón que creía ser, pero a la vez se arrepentía de haberse dado cuenta. Quizás esa armadura sea yo, quizás... vuelva a ser esa armadura resistente, o quizás se quede con el corazón al desnudo, cubierto de ese terrible óxido. La armadura, esa coraza, se está destrozando, sabe que ese dolor solo será suyo. Y continuamente se pregunta: ¿por qué el bello jilguero, que se apoyaba en su armadura, el que le hacía llegar a lo más alto, olvidarse de la coraza que le cubría, por qué se tuvo que enamorar de su linda mariposa, de su gran amiga, la que siempre le hacía reír, la inseparable mariposa, la que le recordaba que tenía corazón? ¿Por qué? ¿Por qué tengo que volver a mis terribles oscuridades, a mis terribles tinieblas? LA CORAZA YA DECIDIÓ…