lunes, 14 de febrero de 2011

Dos sonetos y un romance in Saint Valentine's

DEFINIENDO EL AMOR...


Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.


Es un descuido que nos da cuidado,

un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.


Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo,
enfermedad que crece si es curada.


Este es el niño Amor, éste es tu abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!


Francisco de Quevedo



LABERINTO

Catorce besos dicen que es la vida,

sobre todo si duelen en su boca,

sus labios se me van, su piel me toca

abriéndome y cerrándome la herida.


A veces pareciera estar rendida.

Con un desdén se me convierte en roca.

Tiembla mi corazón y se equivoca

en este laberinto sin salida.


Catorce besos es, catorce dudas

que me dejan caer por las desnudas

soledades secretas de su aliento.


Catorce dudas cómplices de niebla,

y el sólo convivir con la tiniebla

de tenerla o perderla en un momento.


Luis García Montero


LA NOCHE DEL SÁBADO

El sol se marchó,

regresó la luna,

y también el destello

de esa mirada tuya.

Tu estrella brillaba,

las flores dormían.

El frío se marchaba

y tu calor me invadía.

Sonreía tu alma,

mi corazón se inquietaba.

Tus manos buscaban,

las mías tocaban.

Mis labios sedientos

buscaban los tuyos.

Temblaba mi cuerpo

al entrar en tu mundo.

Mis pensamientos

no podían continuar

cuando desperté

de la realidad.

La luna se escondió,

el sol la llamaba,

y cuando él salió

ella ya no estaba.

Se fue muy deprisa

la noche del sábado.

Esa noche mágica

que acabó en tus labios.

Lidia Sánchez López (1º Bach. B)