DEFINIENDO EL AMOR...
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo,
enfermedad que crece si es curada.
Este es el niño Amor, éste es tu abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
Francisco de Quevedo
LABERINTO
Catorce besos dicen que es la vida,
sobre todo si duelen en su boca,
sus labios se me van, su piel me toca
abriéndome y cerrándome la herida.
A veces pareciera estar rendida.
Con un desdén se me convierte en roca.
Tiembla mi corazón y se equivoca
en este laberinto sin salida.
Catorce besos es, catorce dudas
que me dejan caer por las desnudas
soledades secretas de su aliento.
Catorce dudas cómplices de niebla,
y el sólo convivir con la tiniebla
de tenerla o perderla en un momento.
Luis García Montero
LA NOCHE DEL SÁBADO
El sol se marchó,
regresó la luna,
y también el destello
de esa mirada tuya.
Tu estrella brillaba,
las flores dormían.
El frío se marchaba
y tu calor me invadía.
Sonreía tu alma,
mi corazón se inquietaba.
Tus manos buscaban,
las mías tocaban.
Mis labios sedientos
buscaban los tuyos.
Temblaba mi cuerpo
al entrar en tu mundo.
Mis pensamientos
no podían continuar
cuando desperté
de la realidad.
La luna se escondió,
el sol la llamaba,
y cuando él salió
ella ya no estaba.
Se fue muy deprisa
la noche del sábado.
Esa noche mágica
que acabó en tus labios.
Lidia Sánchez López (1º Bach. B)