Blanca escribió aquí hace unos días que un esqueleto se
despertó hambriento, salió de su tumba, entró en una casa por la ventana,
agarró un bizcocho que "estaba atado con una cuerda que abrió el frigorífico, y
se cayó un huevo, que le dio a la escoba, que soltó un tirachinas, que activó
el despertador...".
Algo de eso también ocurre en el comienzo de esta historia...
Y es que hay días en los que se complica el trabajo...
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