Radio
Ejido y el IES Murgi celebran juntos este año la Semana Cultural del centro y
el Día de Andalucía con la emisión de un programa realizado desde el salón de
actos y que ha contado con la participación de alumnos y profesores. En
concreto, el espacio radiofónico se emitió en directo el lunes 25 de febrero, y
se ofrece en diferido en esta festividad andaluza. Por los micrófonos de la
emisora municipal pasó el director del Centro, Fernando Basanta, para hablar
del IES, sus estudios, sus ciclos formativos y de los alumnos. Además, el
programa estuvo amenizado por las actuaciones musicales y el recital de poemas
que interpretaron alumnos de diferentes edades y cursos. La Semana Cultural se
ha celebrado del 25 al 27 de febrero y ha contado con la colaboración y el
desarrollo de toda la comunidad educativa, integrada por profesores, alumnos y
padres y madres. El programa de actividades ha incluido torneos deportivos, de
Proevolution Soccer, desayunos saludables, proyecciones en inglés y mercadillos
solidarios.
"-¿Tiene una habitación libre?
-¿La quieren con vistas a la montaña o al mar?
-Ah, pero, ¿aquí hay mar?
-No, quiero decir que si la quieren con vistas a la montaña de basuras del vertedero o al mar de porquería del corral..."
Francisco Ibáñez: Mortadelo y Filemón, "El balón catastrófico".
Blanca escribió aquí hace unos días que un esqueleto se
despertó hambriento, salió de su tumba, entró en una casa por la ventana,
agarró un bizcocho que "estaba atado con una cuerda que abrió el frigorífico, y
se cayó un huevo, que le dio a la escoba, que soltó un tirachinas, que activó
el despertador...".
Algo de eso también ocurre en el comienzo de esta historia...
Y es que hay días en los que se complica el trabajo...
1.m.Anat. Conjunto de piezas duras y resistentes, por lo regular trabadas o
articuladas entre sí, que da consistencia al cuerpo de los animales,
sosteniendo o protegiendo sus partes blandas.
…explica el Diccionario-de-la-Real-Academia-de-la-Lengua.
Esas partes blandas son las primeras que se pierden (ya saben cuando…). El
esqueleto aguanta un poco más. Y, algunas noches, escapan de sus tumbas para
bailar, para comer, para trabajar, para contar chistes o para ver vídeos en
internet… (O, al menos, eso se imaginan estos chicos y esta chica de 1º ESO C).
EL ESQUELETO BAILANTE (por Andrés Ruiz López)
Era un hombre llamado Luis, muy rico, dueño de grandes
extensiones de terreno… Pero muy tacaño. Como era muy rico y muy tacaño, tenía
muchos enemigos. Un día lo asesinaron. Vivía solo. Nadie asistió a su entierro.
Varios años después, el hombre estaba sinceramente en los huesos. Luis se levantó de la tumba y se
encontró como unas castañuelas.
También se encontró con unas castañuelas con las que quiso divertir a la gente…
Le dieron una moneda que utilizó para irse al bar.
-"Dame una coca-cola", dijo. "Y también una fregona".
EL ESQUELETO GLOTÓN (por Blanca Reyes Sánchez)
Por la noche el esqueleto salía de la tumba. Buscaba comida.
Encontró una ventana abierta y olió un bizcocho de chocolate. Entró en la casa,
se lo zampó. Pero el bizcocho traspasaba su cuerpo y se caía por sus huesos. Lo
intentó otra vez. Y otra vez. Y así hasta el amanecer. Dejó el bizcocho en su
sitio. El bizcocho estaba sucio, roto y asqueroso. Cuando se levantó la familia
que vivía en la casa, se quedaron con la boca abierta… el bizcocho olía a
podrido. Hicieron otro bizcocho y, a la noche siguiente, el esqueleto intentó
otra vez comérselo. Lo cogió. Pero estaba atado con una cuerda que abrió el
frigorífico, y se cayó un huevo, que le dio a la escoba, que soltó un
tirachinas, que activó el despertador… Los de la casa se levantaron, fueron a
la cocina y vieron al esqueleto, que se
desarmó, se convirtió en una moto y se volvió, acelerando, hasta su tumba.
EL ESQUELETO INTERNAUTA (por Salvador Rubí Kossova)
Hace mucho tiempo había una casa abandonada, un poco alejada
del pueblo. Todos los niños escuchaban que, de la casa, salían muchos ruidos.
Algunos niños decían que había una bruja, otros decían que había un científico
loco que experimentaba con perros, gatos, caballos muertos… En el colegio todos
hablaban de la casa abandonada. Tanto hablaban de la casa que los maestros se
preocuparon y les dijeron que era peligroso ir allí. Pero, al fin, dos niños
tuvieron la valentía de ir. La casa estaba llena de polvo, telarañas, cristales
rotos y, a cada paso que daban, crujía la madera. Los dos niños fueron a las
habitaciones, al servicio, fueron por toda la casa… Pero cuando bajaron al sótano
no se podían creer lo que vieron: ¡UN ESQUELETO VIENDO VÍDEOS EN YOUTUBE!
Estaba viendo un vídeo de unos esqueletos bailando el "gangnam
style".
CHARLA DE ESQUELETOS (por Jason Darío Tipantaci Chisaguano)
Una noche, de repente, cayó un rayo misterioso en el
cementerio que despertó a un montón de esqueletos. Y uno le decía a otro:
-"¿Quieres gusanitos?"
-"No, gracias. Ya tengo."
FLIP, EL ESQUELETO, EN VILLAMUERTE (por Alejandro Serrano
Carmona)
Era por la noche, en Villamuerte, un mundo paralelo a la
tierra en el que, bueno, siempre era de noche. Un mundo en el que el dinero no
se ganaba, porque no existía. No hacía falta para nada. Pero a este mundo no se
podía entrar de cualquier forma. Pregúntaselo a Johnny el zombi, a Óscar la
momia o a Flip el esqueleto. Era la hora de comer. A Flip no le hacía falta,
por suerte o por desgracia, ya que aun comiendo toda la comida de los dos
mundos, seguiría en los huesos. Flip
caminaba hacia su trabajo. Él lo llama “El colmo del esqueleto”, ya que trabaja
en un bufé libre. No gana dinero. (Ya he dicho que aquí el dinero no importa.) Como
pago le regalan una estancia, un huequecito en Villamuerte. Pero, ¿a qué se
debe ese nombre? Quizá es porque solo lo habitan muertos. O quizá es porque no
había otro… Flip se dirige a casa de su amigo Johnny, acompañado por Óscar. Van
juntos al trabajo. Flip siempre va el último. Y siempre se queda atascado en el
torno del metro...